sábado, 17 de marzo de 2018

Prohibido extremeños

  YA no cabe ni uno más!.  Que nos quitan el trabajo y traen sus costumbres  (tú has visto como vienen los niños, si parecen salvajes).

  Nada nuevo bajo el sol, pero esto era en  1957 cuando el gobierno prohibió a extremeños y andaluces ir a vivir a Madrid. Curioso, ¿no?  Ya tenemos la solución a la despoblación que nos amenaza. Basta con que la cuarta parte de nosotros sea consecuente con sus ideas.Smile with tongue out
extreñ

  Como se dice, se prohibió el paso a extremeños y demás jornaleros. Los pobres se apiñaban en descampados -el pozo del tío Raimundo o similares- y pueblos cercanos a Madrid, desde la Villa de Vallecas a Carabanchel (décadas despues nuestros padres encontraron espacio en Móstoles, Fuenlabrada o el anillo metropolitano) zonas indignas, que se llenaron de inmigrantes indignos.
  Para evitar que los Extremeños se asentasen, se derribaban chabolas y las viviendas que se construían en el extrarradio. Se les detenía en los trenes, y se les devolvía a sus pueblos (de aquella manera).
 Pero nuestros antecesores huían del hambre y La vida florece en la dificultad. Imposible cerrar el paso a la vida.  Más cuando hay quien se puede aprovechar de ello, y el régimen es corrupto (como cualquier dictadura).  Así, los de siempre sobornaron a los de siempre y crecieron barrios alrededor de Madrid; se entiende el problema como una forma de enrriquecerse, una gran oportunidad (para los de siempre). Y se pasó de las chabolas y el barro a edificios construidos rápido y repetidos hasta la saciedad; y los extremeños chicos crecimos en madriz sin tener que enfrentarnos al barro, al hambre o al miedo de nuestros mayores.
  Por mi parte: Muchas gracias.


*Sin olvidar que estos pioneros se unieron y luchaban desde el barrio. No bastaba con el afán de construcción de algunos, sino que las reivindicaciones surgian de la coexión de los vecinos, que por aquel entonces tenían intereses comunes y el coraje de anteponer el colectivo a al miedo.

1 comentario:

JCMolina dijo...

Qué buen análisis.
Para los que vivimos todavía en esos barrios, aunque hoy ya muy cambiados, echar la vista a esas cosas que se cuentan nos trae recuerdos de cuando vinimos hace 50, 60 años. Barrios carentes de los básicos y sobrados de polvo, pero que daban esperanzas de progresar más que en nuestra esquilmada tierra extremeña.

Gracias por este artículo. Espero que suscite reflexión y hasta controversia.