Sin
bar no hay pueblo, nos dice el artículo de hoy.
Es el bar un bien público –como lo era el
fútbol en las erillas; o las fiestas, sean estas las de agosto, el tizne o la
misevilla- porque un pueblo es un lugar pequeño, alejado de núcleos de ocio* y
el ocio es parte fundamental de nuestra vida. El sentimiento de pertenencia es
básico. Por ello, ver las calles vacías, y no encontrar un bar en el que
refugiarte nos hace sentir solos, abandonados. Paraos un segundo a pensar los
mejores momentos que recordáis del pasado año, casi seguro que ninguno es
estando solo.
Se tiende a sobrevalorar la inteligencia –herramienta
útil, pero nada más- cuando en el fondo somos emociones. Necesitamos sentirnos
parte de un grupo, a medida que los pueblos de difuminan el ocio es más difícil,
porque es más difícil encontrar gente afín, “de los nuestros”.
De esto va el artículo. Aunque el autor no los
sabe. Se nos habla –una vez más- desde las cifras. De la multitud de pueblos
que han perdido población y con ellos sus bares. De cómo algunos pueblos han
ofrecido casa y las instalaciones para atraer a alguien que levante el Bar del
pueblo, las partidas de dominó, o las cartas (o pegar 4 voces cantando gol,
junta a alguien claro). Algo que mantenga el ocio de sus vecinos.
Pero –ahora sí- los números no dan. A menos
población, menos clientes. La estructura de ocio a cambiado y los chavales ya
apenas pisan los bares, Internet y otras opciones son más atractivas y baratas
(y la estructura social hace que no haya trabajo hasta los 25, y si tienes
trabajo, y….) nos han cambiado muchas
cosas, y los bares nos son indemnes a ello.
Felipe, Alonso, El pub-chaqueta, El Bar Bermejo, la peña La talanquera,
Bar Molina, Bar El santo…
*Nota: aunque el ocio, como la felicidad parten
dentro de cada uno, pero esa es otra cuestión. Digamos que nos han acostumbrado
a imitar los “éxitos” que hacen los mayores por la tele. Así, viajar mola mucho
–aunque sea estar 2 minutos y hacerte un selfie- y leer, montar en bici o ir a
buscar fósiles…. Hasta que no se haga una serie en Netflix y se nos digan que mola, no molara. Hay que
hacer lo que nos digan que hagamos, que coño es eso de tener criterio propio!!
2 comentarios:
El artículo no tiene desperdicio. Decir que "Sin bar no hay pueblo" y que "La inteligencia está sobrevalorada" es, cuando menos ,preocupante.Se puede admitir que sin ayuntamiento,sin médico,sin asociación de vecinos,sin fiestas, no hay pueblo, es lógico, pero lo del bar...Y si no valoramos la inteligencia ¿qué habría que valorar: la ignorancia, la pereza,...?
Si prefieres puedes verlo como que infravaloramos la importancia del estado de ánimo. Y lo contrario de sobrevalorar no es despreciar, sino volver a valorar, ponderar los valores.
Y al Bar se le podría llamar "Espacio público donde formar grupo, rebaño o sentido de permanencia al conjunto".
Muchas veces tienes que escribir deprisa, y meterle algo de literatura para que el texto no sea plano. Pero trataré de expresarme mejor.
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