MEMORIAS DE VILLARTA
PANORÁMICA DE UNA TARDE DE VERANO
Me asomo a la ventana de mi pasado. Veo a unos muchachos correteando por
las calles en un atardecer de verano. La plaza es un hervidero de adultos y niños
las calles en un atardecer de verano. La plaza es un hervidero de adultos y niños
jugando. Los labradores van llegando con las bestias cargadas de aldas
de paja y costales llenos de grano- trigo, cebada y centeno. Atan los
ramales a las rodajas clavadas en las paredes de las casas: unas blancas
recién “jalbegadas”; otras, con las rastreras largas amarillentas desde el
tejado por las lluvias del invierno y la primavera pasada, esperan el
“gisopo” de la tierra blanca. Descalzos y sudorosos, suben
trabajosamente las cargas por las estrechas escaleras a la cámara. Vuelcan las aldas en
el pajar, y el grano, en las lagaretas de adobe, por donde salta un gato detrás de las
ratas. Encierran los mulos en la cuadra, les echan un pienso, para después lavarse en
la calle, en la desconchada palangana que su mujer ha llenado del cántaro, con agua
fresca del Viejo Chorro y el jabón de olor de Heno de Pravia . El agua se tiñe de color
oscuro y negro. Allí está su sudor y el resumen de todo un día luchando con el sol, del
que sólo se defendió con su sombrero de paja y el agua de su mimada
calabaza¡Cuánto trabajo y fatiga de los gañanes del pueblo!
el pajar, y el grano, en las lagaretas de adobe, por donde salta un gato detrás de las
ratas. Encierran los mulos en la cuadra, les echan un pienso, para después lavarse en
la calle, en la desconchada palangana que su mujer ha llenado del cántaro, con agua
fresca del Viejo Chorro y el jabón de olor de Heno de Pravia . El agua se tiñe de color
oscuro y negro. Allí está su sudor y el resumen de todo un día luchando con el sol, del
que sólo se defendió con su sombrero de paja y el agua de su mimada
calabaza¡Cuánto trabajo y fatiga de los gañanes del pueblo!
Va oscureciendo. Pulular de gentes por las calles llenas de alegría, donde se
sientan al fresco - “poco aire corre”, dice una anciana con su pañuelo negro en la
cabeza y su mandil por delante. No hay televisiones que interrumpan; sólo alguna
radio que da el “parte” y en otra se escucha, “La Señora Francis” -aunque hay alguno,
que mueve el dial en busca de “La Pirenaica”. Mirando hacia la puerta, las mujeres
sentadas de espaldas a los transeúntes, pelan patatas, rajan guindillas, quitan brenzas
a las habichuelas... o simplemente hablan con las vecinas... Todo es tan sencillo,
como su propio pensamiento.
sientan al fresco - “poco aire corre”, dice una anciana con su pañuelo negro en la
cabeza y su mandil por delante. No hay televisiones que interrumpan; sólo alguna
radio que da el “parte” y en otra se escucha, “La Señora Francis” -aunque hay alguno,
que mueve el dial en busca de “La Pirenaica”. Mirando hacia la puerta, las mujeres
sentadas de espaldas a los transeúntes, pelan patatas, rajan guindillas, quitan brenzas
a las habichuelas... o simplemente hablan con las vecinas... Todo es tan sencillo,
como su propio pensamiento.
Anochece y llegan pastores y cabreros: olor a campo, a chaqueta de
cuero, a pelo suave de cabra, a lana entre los dedos; con la suave
dulzura de la soledad del pasar de los días en sus pensamientos -mi
madre decía “pastores y cabreros huelen a ruda...huelen a albahaca de la menuda”. Rudeza tierna;
bucólica evocación de novelas pastoriles. No tienen fiestas ni domingos. Eternamente atados al duro banco
de los cerros, remando con su garrote en las galeras del agreste monte villarteño.
Noches de verano... reposo del guerrero, de gañanes, pastores y cabreros.
Aunque sea por unas horas, unos momentos de encuentro; con el amor conyugal, con
los hijos, con el pueblo,...Lugar donde refugiarse de los sinsabores de un día entero.
¡Cuanto, sufrimiento! ¡Cuanto luchar en tiempos tan duros: los que vivimos... y
mas duros los que ellos vivieron! Pensaron en nosotros; muy poco en ellos. Pero
ganaron la batalla: ¡nos vieron coronados en el trono de sus sueños!
E.S.S.S.
Fotos del fondo histórico villarteño.
3 comentarios:
Muchas gracias por tus relatos, me ha encantado. Un saludo y sigue que lectores tienes un rato. Un saludo del Ehpero.
Me ha encatao.
Emotivo relato,al leerte me dejo llevar por las sensaciones y parece que lo estoy viviendo, incluso percibo los olores.
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