Me gusta Villarta por muchas cosas, la mayoría de ellas tiene que ver con recuerdos más que con el futuro. Me liga a ella el cariño y el espíritu.
Si tuviera que ver Villarta a través de un prisma objetivo y describir sus Fortalezas a un inversor espiritual –siendo objetivo insisto- me costaría encontrar varios puntos fuertes, pero sin duda de lo primero que presumo es de su fauna “….tú no sabes lo que es salir en bici y cruzarte con gamos, que te observen águilas…”
Siempre he sido sensible a esa belleza, a una simple abeja trabajando o a oír un pájaro (sin reconocerlo; he dicho que me gusta no que entienda) mientras paseo. Esa belleza que no nos necesita; esos seres para los que tan solo somos una especie invasora que se extinguirá sin más. El problema será a cuantas especies nos llevaremos por delante antes de extinguirnos. Ya he leído en varios medios noticias como la siguiente
Y eso hablando de aves. En villarta somos unos privilegiados que desdeñamos a nuestros vecinos. Vivimos en un entorno inmensamente rico en flora y fauna. Desconozco los criterios seguidos para declarar la reserva del Cíjara como tal, pero creo que por patrimonio se podría aspirar a más.
Un magnifico indicador de la calidad ambiental de la que presumo son los anfibios, que no toleran ambientes contaminados y no vivirían si el entorno tuviera
De entre ellos hoy quisiera destacar un animal que siempre me ha fascinado pero que hasta hace pocos años no había podido observar: EL TIRO.
El tiro (salamandra común) sufre como pocos el estrés biológico de tenernos como malos vecinos. Animal escaso en toda la península debería ser emblema de nuestra capital; por su fuerza visual y por ser indicativo de nuestra riqueza y pureza natural.
Inofensivo para el hombre, aunque nos han contado mil veces que era venenoso –sin duda debido al desconocimiento- . El hombre cada vez le arrincona más y le deja sin sus puntos de reproducción, cada vez hay menos parejas y menos espacios para ellos. Siendo seres sedentarios (no suelen alejarse más de 200 mts de su piedra o refigio) cualquier limitación a sus hábitos es una condena. En especial la contaminación de las aguas con residuos y el abandono de fuentes y pilones (junto a víboras, jabalís, el turón y algunas aves, pero estos son amenazas bio-lógicas).
Insisto, en pocas zonas podrán presumir de tener al tiro como vecino, deberíamos presumir de este raro privilegio; podríamos decir que es el lince de los anfibios.
Si yo tuviera responsabilidades en la junta o mancomunidad fomentaría algún concurso de fotografía que diese fe de su existencia en el vecindario (y establecería abrevaderos especiales o estructuras que favoreciesen su reproducción). Por suerte para todos vosotros no tengo ningún tipo de cargo, pero si me gustaría pediros el máximo respeto para tan bello animal, notario de calidad ambiental.
Si tenéis la fortuna de verlo – más probable si es una noche húmeda de invierno – os pido que le dejéis tranquilo. Y ya la releche si conseguís sacarle una foto. (el éxtasis si nos la mandáis.)
Cuidemos a nuestros emblemas y démosle el valor que tiene. El mito y la leyenda pasean por Villarta -y apenas le hacemos caso-
*la leyenda –sin duda debido a los llamativos colores- nos lleva a un animal mítico; resistente al fuego y símbolo de pureza. Incluso nos llega a decir que mató a 4.000 soldados de Alejandro Magno que bebieron de un arroyo. También que envenenaban ubres de vacas y cabras por beber de ellas, repito pura leyenda. Sin duda tienen veneno que segrega por las glándulas laterales junto a la cabeza (salamandrina, repelente de depredadores) pero como digo sin ningún peligro para el ser humano. A lo máximo basta con no tocarse los ojos ni la boca para evitar irritaciones, ese es todo el peligro.