Hoy pretendía hablar un poco de La Mesta, entidad creada pare evitar y mediar en posibles conflictos entre agricultores y ganaderos, pues la lana y el trigo eran los principales ingresos de la corona de Castilla.
Pensar que en un principio había hasta 100 kms entre los reinos cristianos (León, Aragón, Castilla, Navarra…) y los Moros. Este espacio sin habitar era aprovechado por los ganaderos trashumantes. Pero ha medida que la reconquista fue avanzando y se fueron estableciendo poblaciones, con ellos se asentó la agricultura y surgieron los conflictos de intereses, dos intereses para la misma tierra.
Se supone que ese es nuestro caso: El vado de Estimillas, un pequeño asentamiento cercano al cerro de la ermita y Castillejo –de la época inicial- y cuando la población creció y se asentó de forma definitiva nuestra Villa-harta. Lugar obligado de paso a orillas del Guadiana.
Así las cuerdas, cordeles y cañadas (según su anchura) aseguran el paso –aún hoy está prohibido vallar o cortar el paso- del ganado y asegura a los agricultores que no se comerán su cosecha.
En nuestro caso se trata de un ramal de la Cañada Real Segoviana, que une Cameros, Soria, Sigüenza, El escorial, Talavera de la Reina, Guadalupe, Almadén y el Valle del Guadalquivir.
imaginar las miles de ovejas atravesando desde Los Badenes al Tejar; el puente viejo (conocido como El puente de La mesta, en una entrada próxima) y atravesar la sierra por El hornillo para llegar a Horcajo.
Imaginar la importancia de esa vía por la que pasaba la no solo la principal fuente de riqueza de la corona; sino también el trasiego de personas, noticias e ideas en un mundo donde nacías y morías sin conocer nada más allá de tu comarca. Más allá de ser una vía de La mesta para vertebrar sus trasiegos las cañadas eran la imagen y representación de la España de la época –aunque no existiera España en esa época- el resumen de la forma de vida, comunicación y riqueza de los reinos de entonces.
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