sábado, 6 de agosto de 2016

el TTIP amenaza para la economia rural

  El TTIP es un acuerdo comercial entre EEUU y Europa. Es secreto porque nuestros políticos creen que no nos debemos enterar, no sea que no nos guste y porque los diarios y telediarios están muy saturados de anuncios de películas, declaraciones de deportistas y demás cosas sin relevancia que además les dejan sin espacio para las cosas que nos afectan a nuestro pan y futuro.
  La teoría dice que es un punto medio de beneficio mutuo, donde armonizando legislaciones se pueden reducir aranceles y con ello los precios. Un caramelo a corto plazo (la promesa de precios bajos), y hambre para mañana (la perdida de tu trabajo, degradación del medio ambiente, etc).
  Si se reducen las barreras legales sin duda bajarán los precios, pero perderemos defensa como consumidores y como ciudadanos. Más aún como empresas, pues nuestra legislación es mucho más exigente y nuestros productos de mayor calidad.
    En Estados Unidos son utilizados más de 80 pesticidas cuyo uso está prohibido en territorio europeo.
Como digo el caramelo a corto plazo son los precios; a medio plazo la estructura de costes irá haciendo que cierren las pequeñas empresas.
Si alguna vez hemos dicho que el turísmo y las empresas agroalimentarias serían claves en la economía rural, siempre estamos hablando de micropymes y minifundios. Nada que ver con gigantes de grandes hectareas, con inversiones de millones en maquinaria y escasa mano de obra (el principal coste).
Un estudio internacional sobre costes de producción de aceite de oliva realizado por el Consejo Oleícola Internacional (COI) certifica que más del 70 % del olivar mundial podría no ser rentable. Esto coincide con las formas tradicionales de cultivo que en España representa el 75% de la superficie cultivada.
A quien ya tiene la ventaja de costes, le decimos que no debe cumplir las medidas de sanidad  ¿Con que compite nuestro olivar?
Se trata no solo de pequeñas empresas en pequeños pueblos, se trata de nuestra saludla ley se hace para algo, para defender al consumidor- se trata de nuestro medio ambientepatrimonio y riqueza- se trata de nuestro futuro.
Por cierto, con rios contaminados (sin legislación que lo prohiba y con la competencia como excusa) y sin especies únicas como reclamo ¿Cómo atraes turísmo a los pueblos?
Una lástima que se nos robela información y el debate sobre el TTIP, parece que la decisión ya está tomada.







Simplemente los consumidores de una día para otro
encontraríamos en los supermercados aceite de oliva virgen de
variedades iguales que las actuales, de igual calidad, eso sí a la
mitad de precio.
Con estos datos ¿de verdad se atreve el Ministerio de Agricultura a
decir a los cientos de pueblos y familias aceituneras que el TTIP es
una oportunidad?

1 comentario:

JCMolina dijo...

Pensé que este tema nunca saldría aquí, que nunca interesaría a nadie.
Si, esto también es política, con mayúsculas claro. esa política que afecta a nuestra vidas presentes, y por supuesto a nuestra vida futura. Condicionará todo nuestro existir, toda nuestra relación comercial con otros países y toda nuestra relación con el entorno mediamabiental.
Luego diréis que no sabíamos nada y mira que cabrones.
Es cuestión de POLÍTICA, es decir de preocuparnos por lo que influye en nuestras vidas de caada día, en nuestros asuntos en relación con la sociedad, sociedad de países e individuos que se relaacionan unos con otros y donde no impera la "ley del más fuerte". Es cuestión de que os preocupéis por lo importante y no reneguéis, por principio de la política, con minúsculas, pués tan bien influye en vuestras vidas y eso os deja desentrenados para tener cierta sensibilidad por la otra POLÍTICA, la de las mayúsculas.
Resumiendo, menos fútbol, menos "mujeres, hombres y viceversa", menos sálvame, menos temas baladíes y más POLÍTICA. Algunos llevamos meses, en mesas de debate, en manifestaciones, en foros manifestando nuestra preocupación, indignación y "denuncia de humillación" por quien goierna nuestras vidas, sin haber sido elegidos, entiéndase, Unión Europea y grandes multinacionales.
Ahora si tengo que afirmar"Sin rey, sin dios, sin patria y sin televisión", que evitaríamos mucho "agilipollamiento", que nos evitaría muchos disgustos de este tipo, pero otra opción es seguir ignorando estas "denuncias de los de siempre"