Despues de unos años un tanto desilusionado con el torneo este año salgo encantado del mismo.
Más equipos, mejor preparados y un torneo competitivo hasta el final. Lejos del tono chapuza de otros años los equipos se lo han tomado en serio; cada equipo un color, y algunos hasta equipación, como es el caso de los tozzinillos o el Santo –ya de categoría- que nos hacían la presentación oficial desde su twitter @ElSantoCF (seguirlos, son la caña),
La esencia del torneo ha sido la igualdad, las distancias entre equipos se han acortado muchísimo, cosa que como deportista me encanta. Para quien no me conozca, valoro más el esfuerzo y la actitud que el resultado (volatil y alejado del juego en ocasiones). Y la actitud general ha sido buenísima. Igualmente valoro especialmente la evolución mental; llevabamos unos años con trifulcas, excesos y tonterias. Y este año –como digo muy igualado y con marcadores cortos- todos los equipos se han comportado de una manera exquisita. Asumiendo que los niños ya no son niños, la derrota cuando tocaba, y que ningún jugador es tan importante como el equipo.
Con dos grupos de 3 (6 equipos en total, la mayoría de ellos ya asentados y con pocos o ningún cambio) donde se clasificaban los 2 primeros. Cayeron los más pequeños en ambos grupos; la ventaja física sigue pesando, aunque insisto una vez más que las distancias se han reducido mucho.
Tras la primera criba llegamos a semifinales, donde la igualdad se plasmó en sendos 1 – 1 y tocaba resolver por penaltys (es decir cualquiera de los eliminados podría haber sido finalista con los méritos ofrecidos en el campo).
El Santo volaban como aviones –aunque adolecío de poca potencia de fuego, creaban ocasiones pero… el fútbol- mientras los tozzinillos dominaban el tiempo con el balón en sus pies. Físico de juventud frente a oficio táctico, al final el azar de los penalties.
Diferente plantemiento en la otra rama; Escudo rojo y salidas a la contra para restar al equipo blanco que acaparaba la pelota. ¿Restar las virtudes del rival o potenciar las propias? En ese dificil equilibrio se mantuvieron en el partido. Hasta los ya citados lanzamientos eliminatorios.
La final; de nuevo tensa (deportivamente, es decir que se podía romper en cualquier momento), solida y como no podía ser de otra manera se resolvió con un marcador corto.
Este es un deporte de precisión y decisiones –aunque se nos educa con destellos inútiles y brillos técnicos- y contando ambos equipos con una preción técnica envidiable parecía claro que iba a ser muy dificil remontar un gol en contra. Por lo que se optó por el control y asegurar la estructura defensiva (ver la imagen superior para ver a los 8 jugadores en 4 metros). El gol de Mario vino a resolver el nudo gordiano en que se había convertido el entramado.
Cortando Villarta`s legend la trayectoria de los tozzinillos que venían ganando los últimos años. El año que viene más y mejor.
En el lado negativo me gustaría destacar la mala –malísima- calidad de los balones. Responsabilidad del ayuntamiento, del organizador … pero tambien de los propios jugadores. Con 2 euros por jugador se podían comprar balones para todo agosto; no se han producido lexiones de casualidad. Uno se quedaba atrás, y el otro salía despedido y era huidizo. Siempre hay cosas que mejorar, el balón queda pendiente.
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2 comentarios:
vereis como con un poco de esfuerzo Villarta se convierte en una meca de las vacaciones y del turismo activo...!!!
Si que ha habido lesionados, al menos uno (Pablo), en el torneo de fútbol.
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