Que sí, que estaría bien tener turismo. Que ese turismo dejase dinero en el pueblo. Y que al menos unas cuantas familias pudieran vivir solamente de eso.
Pero para ello primero hemos de valorar lo nuestro. Cuidar y no hundir.
Voy con una pareja de amigos al castañal y vemos una papelera, arrancada, en el fondo de la piscina. Y la puerta de la caseta destrozada.
Así es muy difícil.
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