El otro día me aparecía este tuít del alcalde de Herrera:
Pinchando sobre la imagen os lleva al artículo de La vanguardia.
Es un reportaje del suplemento gastronómico con más tirada del país (eso no sé cuanto es). Y recorren algunos de nuestros dulces, y localidades. Hablan de los canutos, la canelilla (se supone que su nombre es candelilla?¿ ) ; el uso de la miel... y todos los etc.
Está bien. Nunca está de más la notoriedad y que hablen de nosotros. Pero si son sólo descriptivos, y se limitan a una lista, están dejando fuera el olor de la miel sobre los acnutos de canelilla; la lumbre en casa, la mesa chica, y las bandejas donde dejar que se enfríe. Se dejan fuera el venir de jugar al fútbol a las 6 de la mañana y apretarte un bollo rico, o comprar 6 tortas de chicharrones porque si llevas pa tí, que menos que llevar para aquellos que no tuvieron la suerte de poder venir (que fácil es hacer felices a algunos). Se olvidan de las flores encima del bidon de metal en la bodega, y tú y tu hermana tramando para comer un cacho -sin que a ninguno nos gustan- sin que los mayores nos vean. Se olvidan del olor a pan, y ver a Jaime con su sonrisa de poder comerse el chusquillo a gusto.
Esta bien que se hable de La siberia en otros lugares, pero la dulzura la ponen los recuerdos.
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