jueves, 11 de febrero de 2021

 

 Aún nos acordamos de Filomena; Año de nieve, año de bienes (o eso dicen). Y cada semana va lloviendo un ratillo. La sensación es de superar la sequía. Estar un poquito más lejos de recorrer el Puente viejo este verano duele menos si pensamos en El chorro o en las huertas y las borras.

Veremos el pantano recoger agua, pero viendo datos no paro de
preocuparme. Se aprecia un pequeño repunte de estas semanas, pero aún por debajo -incluso- del año pasado por estas fechas. Aunque lo realmente preocupante es que estamos lejíiiiiisimos de la media (estructura natural del embalse, se entiende) de los últimos años.

 

 No puedo evitar pensar en Las tablas de Daimiel. De como se fue tirando de pozos, dado que no había agua en superfie, hasta agotar toda la zona. Destrozar las raices del agua.

En nuestra zona ya se necesitan prospecciones (o cavar cada p**o verano en mi caso, para que la alberca tenga algo de agua) si no quieres que se te seque lo que tienes. 

Vemos como llueve. Que  sube algo el pantano. Pero no podemos ver si los acuiferos se recuperan. Si la naciente trae algo más, si la naturaleza tiene raices de agua o sólo la apariencia del pantano (consumo y producción para humanos) de la que no se puede tirar indefinidamente. En fín, muy largo para una chorra-reflexión. 

Que llueva que llueva (que nos sigue haciendo falta).

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