El tan ansiado calendario villertañeno -sabemos que algunos no habeis dormido bien debido a este tema- ya está aquí. A algunos ya os habrá llegado vía mail, para los que aún no habies podido disfrutar de las imagenes mas bellas del año y para evitaros largas colas para comprar entradas de la gira hemos colgado distintas versiones en la siguiente dirección:
https://skydrive.live.com/redir.aspx?cid=a04e326cdaf21c3e&resid=A04E326CDAF21C3E!350&parid=root
Paco se ha currado un archivo en pdf, para quien tenga problemas en abrir los otros, y por si acaso este año lo hemos colgado en formato presentación, en power point 2003 y para ofice 2007.
Esperamos que os guste y que al año que viene volvamos a tener problemas para elegir SOLO 12 fotos, igulamente esperamos ansiosos vuestras fotos.
*a quien le gusten las fotos para su fondo de escritorio ya sabe que todas las hemos sacado de Villarta es monte y Villarta mi pueblo.
Casi tres millones de euros por ahora sin utilidad práctica mientras turistas, cazadores y pueblos del entorno se desesperan. Instalaciones cerradas y 73 plazas hoteleras que solo existen en un papel oficial. Un centro de interpretación tan flamante como inaccesible. Una cafetería-restaurante con polvo en sus ventanas y un silencio estremecedor dentro porque nadie trabaja allí. La Reserva de Caza de Cíjara, un descomunal monte público que ofrece hermosísimos rincones naturales y un valioso tesoro cinegético y forestal, se lamenta todavía de que el proyecto de reactivación turístico de la Junta duerma el sueño de los justos porque las instalaciones levantadas se ven pero no se tocan.
En febrero se inauguró oficialmente la infraestructura hotelera que el anterior Gobierno extremeño había concebido para atraer riqueza y empleo, que es lo que mueve cualquier tipo de turismo. El problema es que se hizo sin que los servicios entraran en funcionamiento. Se iban a sacar a concurso para su explotación. Y no salió. La primavera pasó, lo mismo que el verano y la berrea, que está a punto de irse, y arranca la época de caza sin noticias optimistas. «Que se abra cuanto antes todo lo proyectado porque necesitamos atraer gente y crear empleo», indica Saturnino Alcázar, alcalde (PSOE) de Herrera del Duque, con 3.700 vecinos, el municipio más poblado de los cuatro que tienen término municipal en la reserva. Los otros son Helechosa, Fuenlabrada y Villarta, los tres con el apellido 'de los montes'.
«Nos ha prometido la directora general de Turismo, María Antonia Aunión, que todo se va a licitar pronto. La verdad es que nos vendría muy bien», añade Esperanza Álvarez, alcaldesa (PP) de Helechosa, el pueblo quizás más unido a la reserva porque para acceder a ella hay que tomar como vía principal una carretera que ejemplifica como nadie las carencias de una Cíjara tan impresionante por lo que propone como limitada por lo que oferta a efectos de centro acogedor de visitantes.
Una penosa carretera de 13,9 kilómetros desde la cabecera de la presa hasta el pueblo que está peor aún que hace unos meses porque comenzaron las obras para su arreglo pero la empresa adjudicataria dejó el proyecto al poco de arrancar. Ahora, la Diputación de Badajoz acaba de adjudicar la obra por 2,5 millones a la empresa emeritense Carija, que tiene cuatro meses para concluirla. Los trabajos de ensanche y refuerzo arrancarán este otoño.
Por hacer
La carretera de Helechosa se incluye dentro del paquete pendiente de hacer en este punto de La Siberia, aunque a efectos a alojamiento y ocio lo realmente trascendente es la puesta en marcha de unas instalaciones ya construidas gracias a la obra social de La Caixa, con una inversión de 2,8 millones. Merced al convenio suscrito con el Gobierno que entonces presidía Vara, la entidad liberó esa importante cantidad de fondos para la creación de tres complejos de alojamientos rurales, un centro de recepción de visitantes, el observatorio de la berrea, un centro de interpretación, cafetería y restaurante con capacidad para 38 usuarios. Esto último en el paraje Los Robledillos, una de los subzonas de Cíjara que con sus 930 hectáreas es la más accesible.
El proyecto incluye la instalación de un pantalán flotante conectado a tierra mediante pasarela y el suministro de embarcaciones ligeras del tipo kayak, canoas e hidropedales para la práctica de actividades de pesca o de recreo. Todas las actuaciones están finalizadas y se complementan con la red de miradores y con rutas para senderismo. Asimismo, se han adquirido bicicletas de mountain bike.
Todo está ultimado pero todo está por explotar. No funcionan. Y eso priva a Cíjara y a sus pueblos de un futuro económico vinculado al turismo mejor que el presente donde la escasez de alojamiento obliga a centenares de visitantes a quedarse en Guadalupe (62 kilómetros) Navalvillar de Pela (90) e incluso Talavera de la Reina.
En Helechosa (750 habitantes) hay dos casas rurales y un hostal para quedarse. En Herrera, hay tres hostales apenas. «Eso es dejar el valor añadido en otros sitios y propiciar que nuestros pueblos ni crezcan en población ni en riqueza», se queja el primer edil herrereño, quien advierte que Cíjara, al encontrarse en Zona Zepa, tiene prohibido tener proyectos de energías renovables y tampoco hay industrias de fuste. «Nuestra carta es la explotación turística, de ocio y cinegética de la reserva. No hay otra opción», concluye.
Los tres complejos de alojamientos terminados pero inactivos dentro de la reserva suman un total de 13 apartamentos de tres, dos y una habitación, con una capacidad de 73 plazas. La anterior Administración regional hablaba en total de 96. Los tres en parajes distintos: Las Boyerizas (4 alojamientos rurales); Los Cerrillos (4) y la Casa Cíjara (5 alojamientos y salón común).
Berrea y caza
Esa apreciable infraestructura saldrá a concurso público, según informa la Consejería de Turismo, «para sacarlo a su explotación por terceros». Esto es, no será gestionada por el propio Gobierno regional al estilo de la red de hospederías a través de una empresa pública. Saturnino Alcázar entiende que sea así, pero considera que al principio de su puesta en marcha la gestión debería ser pública «para que los operadores privados se animen a dar el salto hacia adelante».
Sea con gestión pública o privada, la comarca de Cíjara quiere camas donde quedarse y mesas donde comer. «Nos hacen falta porque ahora con la berrea y la caza aquí no hay sitio suficiente», reflexiona la alcaldesa de Helechosa.
La berrea, el periodo de celo del ciervo que arranca a mediados de septiembre y se prolonga durante tres semanas aproximadamente, es un reclamo turístico de primer orden. Un espectáculo natural del animal que reina en Cíjara. El amanecer y el final de la tarde es el mejor momento para oír sus bramidos y ver sus peleas con los cuernos como arma de ataque. Exhaustos por los combates y el apetito sexual, los ciervos deambulan al principio del otoño por una reserva con múltiples accesos públicos aunque también se fijan zonas restringidas.
Concluida la berrea, llega la caza mayor. Desde el día 22, Cíjara inicia sus monterías públicas (habrá cinco esta temporada) para ciervo, gamo y jabalí, además de tres batidas. Ese día se ofertan 40 puestos. Llegará posiblemente hasta febrero. Casi cinco meses de esplendor cinegético y de enorme trasiego de gente que, sin embargo, busca en su mayoría residencia fuera de la comarca. El proyecto de la hospedería de Herrera del Duque, que prevé una inversión de 7 millones de euros, la inmensa mayoría fondos europeos, se plantea para cubrir esa demanda hotelera. Pero ni siquiera ha salido a licitación y en la localidad temen que la Junta lo guarde en el cajón cuando ya se ha comprado una iglesia del siglo XVI, que tiene vía de conexión con el castillo, para albergar esa instalación planteada para 40 habitaciones dobles, ampliables a 60. «El turismo tiene que quedarse aquí. Ese deber ser el objetivo. Nuestra zona lo necesita», añade Esperanza Álvarez.