El día 8 de Septiembre es el día de
Extremadura. Pero tal vez muchos no sepáis, que esos días pasan muchos peregrinos por Villarta, camino de
Guadalupe.
Fue ver la imagen y varias de las ideas que
pasean por mi cabeza se abrazaron: Peregrino + Camino
de Santiago + Turismo + Villarta + Vuelta ciclista + el libro de Jose Luis
Ramos.
Por esas fechas una amiga estaba haciendo el camino de Santiago; y la Vuelta ciclista en la tele. La Vuelta (como el Tour, o muchos
eventos televisados) son un soporte
publicitario de parte del patrimonio cultural, y por lo tanto turístico, de
las ciudades que atraviesa. Pasa el helicóptero de la vuelta, y Pedro de Andrés
te suelta los datos de la iglesia, puente o canódromo de turno. Publicidad “gratuita”
y crear marca para muchos municipios.
Además si te descubren una cumbre Mítica, atraerás locos montados en cacharros
de hierro (Los lagos de Covadonga, Roubaix, Montserrat, La bola del mundo,
Mortirolo, y varios cientos más. A nivel global o regional).
En cualquier caso, a menudo me pregunto ¿Qué hace falta para atraer turismo?
Pues parte del misterio está en descubrir nuestro patrimonio, mostrarles nuestra gastronomía, paisaje y riqueza
en fauna (en su forma pre-berrea por la época). Tenemos a los peregrinos –por un lado clientes potenciales, y agentes comerciales
que multipliquen la experiencia a su entorno- que pasan por el pueblo. Las
empresas buscan mil maneras de que cada
vez pases más tiempo en su web, su estadio (por eso se remodelan), el
centro comercial, o el cine. A más
tiempo dentro, más consumirás. Más caja para ellos.
Y
recuerdo del libro de Jose Luis Ramos
Villarta de los Montes. Volumen I, que Villarta tenía un Hospital
(un sitio donde hospedarse los viajantes o peregrinos, no lo que ahora
entendemos por hospital). ¿Por qué no
ofrecerles a los peregrinos un hospedaje gratuito durante esos días? Desconozco
cuantos pernoctarán ahora –porque todo es informal y oculto- pero si ofrecemos
una instancia gratuita (si el ayuntamiento tuviera alguna estructura para ello;
si desgraciadamente se cerraran las escuelas) y lo comunicamos adecuadamente a
los peregrinos, obviamente se quedarán
en nuestro pueblo en lugar de gastarse dinero en otros pueblos; o dormir a la intemperie
–con menos confort y menos seguridad- a mitad de camino.
Ya los tenemos en el pueblo. Se quedan a dormir. Ahora tienen toda la
noche para cenar en los bares, ver el fútbol (siempre hay fútbol) y consumir
bebidas, desayunar y comprar dulces y pan….
A cambio de un catre conseguimos mantener el tejido privado.
Obviamente
el negocio está en el largo plazo. Cuando los
peregrinos vuelvan y cuenten la experiencia. Cuando Villarta sea lugar de paso “interesado”
y obligatorio. A corto plazo, los
primeros años no serán nada.
Condición
necesaria y suficiente será que los bares y negocios creen una oferta
atractiva, por calidad, cantidad y precio. Que si
una parte de la oferta falla, se nos cae Villarta entera. Apoyarnos en
Guadalupe, que esos peregrinos no sólo consumen un día, comunican el paisaje y
las bondades a otros, y pueden ser turismo de Berrea, de bici o de Castañal.
Comidas,
cenas, dulces y demás consumo potencial. Que dependerá de cómo se gestione la
oferta de los dos primeros años.
¿Una locura? Si, claro. Pero la mitad de mis
amigos ya lo hicieron, y yo espero hacer
el camino de Santiago en un par de años.