The Villartimes Periodico No oficial de Villarta de los Montes

 Si todo el campo está seco, una chispa basta para encenderlo.

En el fondo somos pasto para el Covid. No sabemos cuándo saltará la chispa –y de una manera u otra seguro que saltará- por ello es fundamental que sean focos pequeños, que se pueda controlar el fuego.

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Desde que se dio el primer caso (detectado por los síntomas) que desgraciadamente tuvo que ser ingresado se está intentando acotar el número de afectados, y se han tomado las medidas de orden público (prohibir botellón, cerrar las erillas, el parque y lugares públicos) para intentar controlar este fuego en forma de virus.  Se están realizando los test  (hoy 7 de agosto, 60 en Villarta,  a los que se deben sumar algunos realizados en Talarubias a personal dependiente de la Junta) y se han ido detectando los casos latentes –seguimos en ello, hasta construir el árbol total de contagios, por lo que no me atrevo a dejar por escrito un número concreto y cerrado- para delimitar el fuego del contagio y que no siga corriendo.

Pero es fundamental no cometer imprudencias, no ir dejando puertas abiertas al virus.

Pasamos de un solo caso a amanecer con cuatro el día siguiente, y de 4 a 14 en sólo 24 horas. Así es este bicho, multiplica en silencio. A cualquiera nos puede llegar, por un vecino, por un contacto, por azar puro y duro. Pero al igual que no se nos ocurre ir a 200 kms/h con el coche y echar al empredráo; no deberíamos cometer imprudencias con el Covid. No juntarnos no darle pasto al bicho.

 

 

Las recomendaciones de Bando móvil, nos recuerdan que seamos prudentes. 

En Canal Extremadura, el Alcalde dice haber pedido a la Junta ayuda para tomar medidas drásticas si es necesario.

 

Como estemos la semana que viene depende de cómo nos comportemos estos días. 

 Mascarilla, no juntarnos muchos (limitarnos a ser siempre el mismo grupo) y desinfectarnos frecuentemente las manos. No parece difícil; pero el puto bicho sabe que depende de nosotros, que una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil (y hay cada eslabón… que nunca aprende, aunque dependamos todos de ellos).