lunes, 25 de enero de 2016

El IBI y las arcas locales

Hoy vamos a hablar del bolsillo, de lo que nos afecta de verdad.
Nos han acostumbrado a que el politiquieo (tratar como importantes los intereses de los partidos) tapen a la política (decisiones que nos afectan a largo plazo).  De entre las cosas que nunca se habla, una es la financiación de las arcas locales.
Las haciendas locales deberán disponer de los medios suficientes para el desempeño de las funciones que la ley atribuye a las Corporaciones respectivas y se nutrirán fundamentalmnete de tributos propios y participacion en los del Estado y de las Comunidades Autónomas.  
  • Art 142 de la Constitución española.
Hemos visto –a lo largo de estos rollos económicos que os traigo de vez en cuando- como las comunidades y los grandes ayuntamientos (Ver las deudas de Madrid, Barcelona, etc) y el estado han sido los grandes derrochadores; mientras los pequeños municipios no tienen recursos y dependen de luchar subvenciones de las diputaciones o de la UE.
Es muy dificil planificar grandes obras, pues las subvenciones no son constantes, varian en cuantía y dependen de mil factores muchas veces totalmente subjetivos. Se parchea, se coge la subvención de turno y se trata de dar trabajo. Pero es injusto -e ineficiente desde el punto de vista económico- que quien tenga la necesidad dependa del capricho o de la caja de un tercero, alejado de la realidad y las necesidades del municipio.
 En nuestra Villarta ( enlace  ver entradas anteriores sobre los presupuestos) el grueso de los ingresos vienen de la dotación estatal (por cierto está en función del número de habitantes, osea que bajará) .  Se supone que las arcas municipales se deberían llenar con impuestos municipales. Con el IBI, Impuesto sobre actividades económicas y tasas municipales priicipalmente. Algo totalmente irreal.
En la realidad, el IBI se ha convertido en el impuesto principal en los pequeños municipios (donde no hay industria no se puede recaudar por actividades económicas) y el resto son residuales o inexistentes.  Y ese IBI –palanca en la que ejercer presión municipal para que las comunidades o el estado se desentiendan un poco- no ha dejado de crecer. La teoría es clara: subamos el iBi y si los ayuntamientos recaudan menos necesitaran menos (y nos lo ahorramos de otras cuentas). Así se sube el valor del catastro y el gravamen –doble subida- y vemos como lo recaudado por IBI ha subido un 60% en 5 años!!!  
Si la teoría nos lleva a que los ayuntamientos generen sus propios ingresos –y Estado y comunidades se desentiendan- y viendo que hay otros municipios, aquellos con especial interés turístico, cultural, etc, reciben un extra de ingresos…  Esto nos puede llevar a pensar que se podía empujar a los municipios pequeños buscarse esos extras  ¿Les cobramos el IBI a los pantanos de Extremadura? Puesto que quitan espacio y recursos a estos pueblos (espacio de siembra, con la tierra más rica por el limo) y luego tributan en otras comunidades (país vasco en el caso de iberdrola).
No sé cual es la solución –obviamente- pero me parece que se debería hablar más del problema de la financiación ineficiente de 6.000 de los cerca de 8.000 municipios de España. Aunque solo sea por la eficiencia que tanto se pregona buscar.

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