Esta noticia quiere presentar un día memorable para la juventud de Villarta. Un día que nos mostró que lo importante del deporte no es ganar, que la cara de los chavales reflejó cómo para ellos el resultado era lo de menos.
Comenzó con la comitiva hasta Garbayuela. Allí los jóvenes y no tan jóvenes
villarteños entraron al vestuario para recibir la charla preparatoria del entrenador (ni los de primera le ponen tanta ilusión). Por un momento se creyó en la victoria, ilusión fundada en los dos cracks Jose David y Mamen, pero esa victoria iba por otros derroteros distintos a los que el mundo cree. La victoria estuvo en la ilusión de cada jugada, en los gritos de cada ocasión de peligro de los villarteños, que aunque pocas hicieron vibrar a la afición de
Villarta que acompañó al equipo. Estuvo en las botas de veteranos como Manolo (nuestro portero) o Agustín (central de categoría) que pusieron el mismo empeño que los más jóvenes. En la aparición de un nuevo talento como es Ángel que dará mucha guerra en un futuro. Y por último pero no menos importante la victoria estuvo en la cena a que invitó el ayuntamiento, y que fue acompañada de buenas risas y animadas charletas sobre el devenir del encuentro. 
Lo cierto es que el día, más allá de la derrota numérica del marcador, dejó claro dos cosas: en Villarta hay buen fútbol, y segundo y no menos importante, hay ganas de progresar a través de iniciativas como esta. ¿Podrá tener continuidad?texto de Pablo Malara, nieto.
fotos de Toñi y Pablo.
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