Se me hace raro seguir hablando de los días de las fiestas a estas alturas, pero no quiero dejarlo sin hablar de ciertas cosas. Entre otras las pasiones de cada uno, lo que somos y nos define son las pasiones.
Otros años Nico con su trasformación de la madera; o varias de nuestras vecinas con su pintura.
Este año la exposición –de exponerse, mostrarse ante el pueblo- fue de Alejandro Lagarto (perdón si molesta que use el mote). Y nos mostró sus trabajos con el corcho.
Palilleros, botes con tapadera, elementos ornamentales y una cesta que causó sensación (y que lamento no tener en foto, pues mi móvil estaba en casa y las fotos son prestadas, de Arsenio, Paco o Arriscao, ahora no recuerdo)
En fín, cosas alejadas de mis manos y mi torpeza. Artesanía cotidiana que nos acerca a abuelos y hábitos de otro tiempo. Que muchas veces no apreciamos precisamente por ser cotidiana.
Personalmente –como en el deporte- no juzgo por resultados sino por esfuerzo. Y para Alejandro supongo que supuso un esfuerzo exponerse ante los demás a través de sus pasiones. Gracias a él y a los que colaboraron en que nos conozcamos u poco mejor.
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