Llevamos meses diciendo que n
o llueve y al final… han tenido que ser los reyes magos quienes nos la traigan. Supongo que nos hemos portado bien; aunque quien lo diría viendo telediarios. Pero tranquilos, que no se han olvidado de los pequeños. Por ellos nos gustan estas fechas; por ver que la ilusión permanece en ellos. Por ver como esa ilusión crece en nosotros –aunque sea unos instantes- mientras les damos los regalos. Por ver como miran, con esos ojos que iluminan el mundo, la cabalgata (y cualquier cosa).
Me decían que este año a lo peor no había cabalgata. Por suerte si la hubo (no he podido salvar ninguna foto de la cabalgata en las calles, lo siento) y me alegro mucho. Por los niños, y por los grandes. Como he dejado escrito muchas veces, estos días en la capital son muy duros. Muchas horas que llenar y poca gente. Se necesitan actividades y airear la cabeza, conversar con qien sea, y salir de casa.
Y como se ve en las fotos: la gente acudió al cuartel. EStamos deseando cualquier excusa para salir de casa. Más en estas fechas.
Me encantaría poder ir al tizne, además este año el 19 cae en viernes, se lo he pedido a los reyes. A ver si poco a poco vamos levantando esa fiesta y conseguimos crecer. Ilusión le pongo. Más que un niño.
Como siempre, mil gracias a quienes colaboran -como reyes, como pajes, o haciendo sapillos- y permiten que sigamos teniendo fiestas y vida.
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