Son detalles; no se trata de una crónica. Y por tanto no describe sociedad ni hábitos. Ni felicidad o sufrimiento. Datos asépticos, un intento numérico de objetividad.
Así –en esa Villarta sin sujetos subjetivos- la fuente seguía siendo El chorro; las borras eran muchas más; había hectáreas de regadío. Y sobre todo, se caracteriza por la falta de coches. Un único camión y 5 bicicletas contrastan con los 110 mulos y 60 caballos que eran la maquinaria que ayudaba a arar y sustentar a los villarteños.
Esta Villarta pobre contaba con diez comercios y 7 bares, 2 casinos y un cine !!!! –frente a mi entrada anterior- y es que esta Villarta rondaba los 2.200 paisanos.
Muchos pensareis que todo es de nombre, que ni el cine era cine, ni las 3 escuelas eran tal. En realidad si lo eran, aunque no se pueden entender fuera de su contexto. Los de mi generación recordaran el cine de en ca chaqueta, con sus pelis de Bruce Lee y sus Comandos. Mil críos allí viendo lo que echaran (y corriendo desde el santo no sea que llegaras tarde). Sentado en el suelo o donde se pudiera, con una fanta naranja si quedaba algo de paga. ESO ha sido el mejor cine que he pisado, y no me convenceréis de lo contrario.
Os dejo el original sin tratar, por si se lee mejor
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