- Son homogéneos, es decir puedes comprarte un móvil por sus características, o un whisky por la marca. Es difícil distinguir un tomate de otro.
- Como consecuencia de lo anterior tienen difícil diferenciación, por lo que se compite a nivel mundial, y por precios. Es decir, son baratos.
- . Tienen una vida útil corta, pues se pudren. No se pueden almacenar, o al menos es mucho más difícil que productos industriales. Por lo que o se vende o se pierde todo lo invertido. Lo que presiona al agricultor/ganadero, y de nuevo, hace que su precio vaya hacia abajo.
A eso, sumarle la poca población de las explotaciones y que no puedes estar 24 horas allí para cuatro pepinos que tienes en la huerta.
Ya se está dando un paso más. Se están robando las abejas, sí las abejas y no la colmena.
Dificil el mercado de la miel. Aunque todos hemos pensado que si Fuenlabrada ha hecho de esto su modo de vida se podía replicar en Villarta.
Pero la entrada de miel china –tirando los precios-, el excaso poder frente a los supermercados –los distribuidores, que imponen la china- las enfermedades de las abejas, los costes necesarios para empezar…. cada vez es más dificil. Para colmo te pueden robar las abejas.
Una gota más en el abandono de los pueblos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario